20 de septiembre de 2010

Biografías II


Efectivamente, no me sentí con fuerzas para llevarme ese tomazo y desde la mesilla de noche me mira, con mirada entre reproche y lástima, Johnson, esperando que le dedique mi tiempo. Pero que aspecto tan serio y tan profundo. Su biográfo es como el doctor Watson. siguiendo a S. Holmes con un cuaderno de notas, tal como aparece en la serie de televisión. Me dan ganas de pedirle perdón, rezar la penitencia y comenzar, iba a decir cargar con él sin demora.

Pero no he perdido el tiempo. He leido este fin de semana, una preciosa novela de Simenón, "Tres habitaciones en Manhattan", romántica hasta mas no poder.

He leido "Asesinato en la escuela", de uno de mis autores de novela negra favoritos Scerbanenco. Y !por fin! he leido de un tirón una de las memorias de Esther Tusquets. Esto es historia puramente local, no sólo catalana, sino también de Madrid, cuando convergieron ese número de intelectuales, escritores o no, quiza de segunda fila, pero interesantísimos. Amantes de la buena vida, del buen vino, y quizá de algo mas, inteligentes y seductores.

Por pura coincidencia, ha salido en televisión que Maragall (cuya familia censuró el libro que Esther iba a publicar) ha hecho un reportaje y aún no me he recuperado. Padece alzheimer y lo que a mi parecer está claro es que no hay solución y se acaba convertido en ...... no se cómo expresarlo, porque puede parecer despiadado. Nuestro peor ejemplo, aparte de los casos que conocemos por ser padres de nuestros amigos es Adolfo Suarez.

Esto es así, y me horroriza. No sigo. Voy a comprarme una novela policíaca.