Poca cosa

Sólo tres comentarios para no perderme (y en contra de la RAE acentúo).
He leido nada mas que un libro, no tengo tiempo. "LOS ASESINATOS DE MANHATTAN". Está bien, pero puestos a mezclar lo real con la fantasía algo terrorífica, me quedo con JOHN CONNOLLY, aunque con este también voy algo atrasadilla. No os librais, ya os contaré.
Estoy leyendo "LA HIJA DEL SEPULTURERO", es que recomendaban a la autora JOYCE CAROL OATES en uno de lo suplementos literarios que me sirven de orientación, exceso de publicados y falta de tiempo, pero decidí comprar cualquiera de la autora en edición de bolsillo, así, si es malo por lo menos gasto poco.
Pues como decíamos en mis tiempos de trabajo en la administración:
"De un primer exámen...." unas cien hojas, se deduce que carece de estilo, no se puede en un mismo párrafo simultanear las frases cortísimas y con un punto y seguido largarnos un párrafo descriptivo de mas de 10 líneas; pero bueno, espero acabarlo. Debe ser que hoy dia los escritores cobran a tanto la página, o que hay una extensión mínima de 400 hojas, porque son (y es comun a estos dos libros) bastante reiterativos y nos describen hasta la mínima fracción de polvo.
En tiempos de Carlos Dickens, tenía su lógica, se publicaban por entregas y hasta un genio podía olvidar al cabo de los meses lo que ya había escrito, sin que os deje de resaltar que me resulta absurdo comparar a uno de los maestros con estos libros de "usar y tirar".
Y ahora una anécota, que son dos en realidad.
Se ha inaugurado en Bilbao el MUSEO BALENCIAGA mediante donaciones y prestamos, y transcribo: "Unas medias de nylon, unos pañuelos y unos guantes donados para el Museo fueron regalados por el que fuera gerente de la Fundación Cristobal Balenciaga, Mariano Carnio, a varias esposas de ilustres del PNV. Parte del proceso judicial sigue abierto, si bien Ayuntamiento, Gobierno Vasco, Diputación de Guipuzcoa y Ministerio de Cultura _que hoy forman parte de la Fundación- certifican que el desfalco es cosa del pasado, un episodio que el maestro no merece".
Antes de 1976 se celebraban en España unas exposiciones de artesanía y productos regionales.
Se celebró una en Galicia y el jefe político supremo regaló a "La Señora" una antigua vajilla de Sargadelos, con el escudo o las iniciales, y prestada para la exposición por la familia propietaria. Pues se quedó la familia sin ella. Los tiempos cambian, pero no los babosos (por no decir un calificativo malsonante que a todos se nos ocurre) politicos y paniaguados.
"El que paga por pecar, o el que peca por la paga" verso cuasitextual de la magistral SOR JUANA INES DE LA CRUZ.
Hasta otra